Lo que es (y no es) tener insomnio
Tal vez se queda hasta tarde porque le encanta una buena fiesta, y ahora (¡sorpresa!) no se duerme. O está en la oficina hasta altas horas de la madrugada para avanzar en el trabajo. Esos no son ejemplos de insomnio. El insomnio es cuando no puedes dormirte, aunque lo desees, o no puedes permanecer dormido el tiempo suficiente.
1. Estrés
Acontecimientos como la pérdida de un trabajo o la muerte de un ser querido suelen provocar algunas noches de insomnio. Su médico podría llamarlo insomnio agudo, siempre que desaparezca por sí solo en unas pocas noches.
La preocupación a largo plazo, así como el trastorno de ansiedad, los ataques de pánico y el trastorno de estrés postraumático, pueden provocar insomnio crónico, que es más grave.
2. Horarios de sueño irregulares
Un reloj corporal confuso puede mantenerle despierto cuando es la hora de ir a la cama. Tal vez sea el resultado de una hora de acostarse incoherente, de un largo vuelo desde otra zona horaria, de trabajar durante la noche o de cambiar de turno en su trabajo.
Algunas personas simplemente tienen un ritmo circadiano diferente que las desincroniza con las actividades típicas, por lo que les resulta difícil dormir a las horas «normales».
3. Enfermedad mental
Un estado mental problemático influye más de la mitad de las veces. Las personas con depresión son mucho más propensas a tener problemas de sueño, incluido el insomnio.
Lo mismo ocurre con los que padecen ansiedad, bipolaridad y trastornos obsesivo-compulsivos. La forma en que se ve afectado el sueño puede ofrecer pistas sobre el tipo de enfermedad. No es raro que le diagnostiquen un trastorno mental después de buscar ayuda para el insomnio.
4. Problemas respiratorios
Los ronquidos fuertes podrían ser apnea del sueño, que corta la respiración y puede despertarle cientos de veces en una sola noche. Es posible que no lo recuerde, pero podría sentirse aturdido al día siguiente.
A veces está relacionado con su peso, pero no siempre. Las alergias nasales y el asma también podrían interferir en su respiración. Un médico puede examinar estas afecciones y ayudarle a controlarlas y tratarlas.
5. Demencia
Además de la pérdida de memoria, el Alzheimer y otras formas de demencia pueden perturbar a algunas personas cuando normalmente se espera que duerman, y se ponen inquietas. Es lo que se conoce como «síndrome del ocaso» o «sundowning«.
La persona puede estar confusa, ansiosa, inquieta o agresiva cerca de la hora de acostarse, y empezar a pasearse, mecerse o incluso deambular. A veces este comportamiento desaparece, pero a veces les mantiene despiertos toda la noche.
6. Dolor
Ya sea por la artritis, los problemas crónicos de espalda, la fibromialgia, el cáncer u otra afección, el dolor puede impedir que se duerma tranquilamente o interrumpir el descanso. Y para complicar el asunto, la falta de sueño puede hacer que el dolor también duela más, creando un ciclo. Es posible que tenga que tratar los síntomas por separado de la enfermedad que los provoca.
7. Picor
Las enfermedades como la psoriasis y el eczema pueden hacer que la piel arda y pique tanto que sólo se pueda pensar en ello. No hay forma de contar ovejas que le distraiga. Y si se queda dormido, puede que se rasque tan fuerte que se despierte de nuevo.
Afortunadamente, hay cosas que puede hacer para aliviar su piel. Si no sabes cuál es la causa del picor, lo mejor es que acuda a su médico.
8. Enfermedad de Parkinson
Las personas que padecen esta enfermedad tienden a dormir menos y a despertarse más a menudo que otras personas de edad similar. La enfermedad interfiere en la señalización del cerebro y los nervios, y es más probable que tenga apnea del sueño y que se levante a orinar. La enfermedad también parece alterar la importante fase REM del sueño.
La ansiedad y la depresión relacionadas con ella también pueden provocar problemas de sueño. Pero los medicamentos que ayudan a dormir pueden causar una confusión añadida a algunos enfermos de Parkinson.
9. Menopausia
Por lo general, en la mediana edad, el cuerpo de una mujer deja de producir lentamente progesterona y estrógeno. El equilibrio cambiante de las hormonas, así como otros cambios que suelen producirse en la vida en esta época, pueden hacerla más sensible a cosas como el estrés que afectan al sueño.
Los sofocos graves -subidas de adrenalina que elevan la temperatura corporal- pueden ser tan incómodos que se despierte empapada de sudor, a veces varias veces por noche.
10. Medicamentos
Los medicamentos para las alergias, las enfermedades cardíacas, la hipertensión, los problemas de tiroides y la depresión, especialmente los ISRS como la fluoxetina (Prozac), pueden provocar insomnio.
Los medicamentos para el TDAH y la enfermedad de Parkinson también pueden mantenerle despierto, junto con la pseudoefedrina que se encuentra en muchos descongestionantes de venta libre. Consulte a su médico para ajustar o cambiar su medicación si cree que afecta a su sueño.
Insomnio primario
Esto significa que no parece haber nada en su entorno, salud física o bienestar mental que pueda causar problemas de sueño. Los médicos creen que los cerebros de algunas personas simplemente se mantienen más alerta -demasiado alerta- cuando deberían estar durmiendo. Aún no está claro, pero podría ser el resultado de alguna diferencia física, posiblemente genética, en el cerebro. Los científicos siguen estudiando las posibles causas.
Lo que el insomnio le provoca
La falta de sueño puede hacer que se sienta malhumorado, ansioso y deprimido. También puede ser más difícil pensar con claridad o recordar cosas. Y es más probable que tenga un accidente en el coche o en cualquier otro lugar que pueda lesionarle a usted o a otra persona. El insomnio también está relacionado con afecciones como la obesidad, la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Lo que puede ayudar
Para ayudar a encarrilar su ciclo de sueño, empiece por su dormitorio. Debe ser oscuro, tranquilo, seguro, cómodo y fresco. Evite la cafeína; incluso en dosis normales, puede provocar insomnio.
Considere la posibilidad de tomar un baño caliente, leer o hacer ligeros estiramientos antes de acostarse. Evite las actividades ruidosas y las discusiones difíciles, así como los alimentos pesados y grasos. Haga ejercicio a primera hora del día y tome la luz del sol por la mañana.