Productos tóxicos en cosméticos: actualización

Un nuevo estudio sugiere que las personas pueden estar absorbiendo e ingiriendo sustancias químicas potencialmente tóxicas de sus productos cosméticos.

Los investigadores hallaron altos niveles de flúor en la mayoría de las máscaras de pestañas, barras de labios líquidas y bases de maquillaje que analizaron, lo que indica la probable presencia de lo que se conoce como PFAS, es decir, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas.

Muchas de estas sustancias químicas no figuraban en las etiquetas de los productos, lo que dificulta que los consumidores las eviten conscientemente.

“Este estudio es muy útil para dilucidar el contenido de PFAS de los distintos tipos de cosméticos en los mercados“, afirma la doctora Elsie Sunderland, científica medioambiental que no participó en el estudio.

“Anteriormente, todos los datos se habían recogido en Europa, y este estudio demuestra que nos enfrentamos a problemas similares en el mercado norteamericano“, afirma Sunderland, profesora de química medioambiental en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, en Boston.

Los PFAS son una clase de sustancias químicas utilizadas en diversos productos de consumo, como los utensilios de cocina antiadherentes, las alfombras resistentes a las manchas y la ropa repelente al agua, según los CDC.

Se añaden a los cosméticos para hacer que los productos sean más duraderos y se puedan extender, señalan los investigadores en el estudio.

“[Los PFAS] se añaden para cambiar las propiedades de las superficies, para hacerlas antiadherentes o resistentes a permanecer en el agua o los aceites“, afirma el coautor del estudio, el doctor Tom Bruton, científico principal del Instituto de Política Científica Verde de Berkeley (California).

“Lo preocupante de los cosméticos es que se trata de productos que se aplican en la piel y en la cara todos los días, por lo que la vía de absorción cutánea es preocupante, pero también lo es la ingestión accidental de cosméticos“.

Los CDC (Centros para el control y la prevención de enfermedades) afirman que algunos de los posibles efectos sobre la salud de la exposición a los PFAS son el aumento de los niveles de colesterol, el incremento del riesgo de cáncer de riñón y de testículos, los cambios en las enzimas hepáticas, la disminución de la respuesta a las vacunas en los niños y un mayor riesgo de presión arterial alta o preeclampsia en las mujeres embarazadas.

“Los PFAS son una gran clase de sustancias químicas. En los seres humanos, la exposición a algunas de estas sustancias químicas se ha asociado a un deterioro de la función inmunitaria, a ciertos tipos de cáncer, a un mayor riesgo de diabetes, a la obesidad y a alteraciones endocrinas“, dijo Sunderland. “Parecen ser perjudiciales para todos los sistemas de órganos principales del cuerpo humano“.

Para el estudio actual, publicado en Internet en Environmental Science & Technology Letters, Bruton y sus colegas compraron 231 productos cosméticos en Estados Unidos y Canadá en tiendas como Ulta Beauty, Sephora, Target y Bed Bath & Beyond. A continuación, los analizaron en busca de flúor.

Tres cuartas partes de las muestras de máscaras de pestañas resistentes al agua contenían altas concentraciones de flúor, al igual que casi dos tercios de las bases de maquillaje y las barras de labios líquidas, y más de la mitad de los productos para ojos y labios analizados.

Los autores descubrieron que las diferentes categorías de maquillaje tendían a tener mayores o menores concentraciones de flúor. “Se encontraron altos niveles de flúor en los productos comúnmente anunciados como ‘resistentes al agua y a los aceites’ o ‘de larga duración’, incluyendo bases, barras de labios líquidas y máscaras a prueba de agua“, escribieron Bruton y sus colegas.

Cuando analizaron más a fondo un subconjunto de 29 productos para determinar qué tipos de sustancias químicas estaban presentes, descubrieron que cada producto cosmético contenía al menos cuatro PFAS, y uno de ellos contenía 13. Las sustancias PFAS encontradas incluían algunas que se descomponen en otras sustancias químicas conocidas por ser altamente tóxicas y perjudiciales para el medio ambiente.

“Es preocupante que algunos de los productos que hemos analizado parezcan utilizar PFAS de forma intencionada, pero sin indicar esos ingredientes en la etiqueta“, dijo Bruton. “Creo que es útil que los consumidores lean las etiquetas, pero más allá de eso, no hay muchas maneras de que los propios consumidores puedan resolver este problema. … Creemos que la industria tiene que ser más proactiva para alejarse de este grupo de productos químicos“.

Sunderland dijo que un recurso que la gente puede utilizar cuando trata de evitar los PFAS es el Grupo de Trabajo Ambiental, una organización sin fines de lucro que mantiene una amplia base de datos de cosméticos y productos de cuidado personal.

“En este momento, hay muy poca actividad reguladora relacionada con los PFAS en los cosméticos“, dijo Sunderland. “Lo mejor que podría ocurrir ahora sería que los consumidores indicaran que prefieren productos sin PFAS y exigieran una mayor transparencia en las listas de ingredientes de los productos“.

Un estudio similar realizado en 2018 por la Agencia Danesa de Protección Ambiental encontró altos niveles de PFAS en casi un tercio de los productos cosméticos que analizó.

Las personas también pueden estar expuestas a los PFAS al comer o beber alimentos o agua contaminados y a través de los envases de los alimentos. Sunderland dijo que se sabe que algunos alimentos silvestres, como el marisco, acumulan estos compuestos en el medio ambiente.

“Hay ejemplos de biosólidos contaminados que conducen a la acumulación de PFAS en las verduras y la leche“, explicó Sunderland. “Los envases de los alimentos son otro motivo de preocupación porque también pueden provocar la acumulación de PFAS en los alimentos que consumimos“.

Aunque es difícil evitar los PFAS por completo, los CDC sugieren reducir los índices de exposición evitando el agua y los alimentos contaminados.

Si no estás seguro de si tu agua está contaminada, deberías preguntar a los departamentos de salud y de calidad ambiental locales o estatales por las advertencias sobre el pescado o el agua en tu zona.