Niveles de azúcar en la sangre
Los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre se determinan al levantarse y estando en ayunas, siendo normales cuando están entre los 70 y 100 mg/dl. Veamos cómo afecta el nivel alto o bajo en nuestro cuerpo:
Alto: Te hace orinar más
Los riñones tienen que trabajar duro para procesar todo ese azúcar extra en la sangre. Cuando no pueden seguir el ritmo, tu cuerpo se deshace de ella, junto con el agua que tu cuerpo necesita.
Alto: Te da sed
Para deshacerse de ese exceso de azúcar, el cuerpo extrae agua de sus propios tejidos. Como necesitas ese líquido para producir energía, transferir nutrientes y eliminar residuos, un interruptor se activa en tu cerebro para decirte que tienes sed y así beber más.
Alto: Boca seca
Tu boca podría secarse y agrietarse en las esquinas a medida que tu cuerpo extrae líquido de ella. Al haber menos saliva y más azúcar en la sangre, es más probable que se produzcan infecciones. Las encías pueden hincharse y pueden aparecer manchas blancas en la lengua y en el interior de las mejillas (el médico lo llamará candidiasis oral). Puede ser útil beber más agua o masticar chicle sin azúcar.
Alto: Problemas de la piel
Tu cuerpo toma agua de todas partes para deshacerse del exceso de azúcar en la sangre. Esto puede provocar sequedad, picor y grietas en la piel, especialmente en las piernas, los codos, los pies y las manos. Con el tiempo, los niveles altos de glucosa también pueden dañar los nervios. Esto se llama neuropatía diabética. Puede dificultar la percepción de cortes, heridas o infecciones. Sin tratamiento, pueden convertirse en problemas mayores, como la pérdida de un dedo, un pie o una parte de la pierna.
Alto: Problemas de visión
Tu cuerpo puede extraer líquido de las lentes de tus ojos, lo que dificulta el enfoque. Y un nivel alto de azúcar en sangre puede dañar los vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo (retina). Esto puede provocar la pérdida de visión a largo plazo e incluso ceguera.
Alto: Fatiga
Cuando tienes diabetes de tipo 2 y tu nivel de azúcar en sangre es alto con demasiada frecuencia, te vuelves menos sensible a la insulina, que ayuda a transportar energía a tus células. La falta de combustible puede hacer que te sientas cansado. La misma fatiga puede producirse con la diabetes de tipo 1, porque el cuerpo no puede producir su propia insulina. Si no la tratas correctamente, tus niveles pueden permanecer altos todo el tiempo. Tu médico puede ayudarte recetándote medicamentos y sugiriéndote cambios en tu estilo de vida.
Bajo: Fatiga
Si tienes diabetes, la insulina es una forma de reducir tu nivel de azúcar en sangre cuando se eleva. Pero si tomas demasiada, es posible que elimine tanta glucosa tan rápidamente que tu cuerpo no pueda reemplazarla lo suficientemente rápido. Eso te deja cansado. Otras enfermedades y medicamentos también pueden alterar este ciclo y vaciar tu depósito.
Alto: Problemas digestivos
Si tu nivel de azúcar en sangre es alto durante mucho tiempo, puede dañar el nervio vago, que ayuda a mover los alimentos por el estómago y los intestinos. Puedes perder peso porque no tienes tanta hambre. Puedes tener problemas de reflujo ácido, calambres, vómitos y estreñimiento grave.
Bajo: Latidos extraños
Las hormonas que ayudan a elevar el nivel de azúcar en sangre cuando es demasiado bajo también pueden disparar el ritmo cardíaco y hacer que parezca que se salta un latido. (Tu médico lo llamará arritmia.) La bajada de la glucosa suele producirse como efecto secundario de los medicamentos utilizados para tratar la diabetes.
Bajo: Temblor
Un nivel bajo de glucosa puede desestabilizar el sistema nervioso central, que es el que controla tus movimientos. Cuando esto ocurre, el cuerpo libera hormonas, como la adrenalina, para ayudar a recuperar los niveles. Pero esas mismas sustancias también pueden hacer que tus manos y otras partes tiemblen.
Bajo: sudoración
Las hormonas que el cuerpo libera para elevar el nivel de azúcar en la sangre cuando baja demasiado también te hacen sudar mucho. Suele ser una de las primeras cosas que notas cuando tus niveles de glucosa bajan demasiado. Tu médico puede ayudarte a hacer un seguimiento de tus niveles e intentar mantenerlos en un rango saludable con medicación, ejercicio y hábitos alimenticios.
Bajo: Hambre
El hambre repentina e intensa, incluso después de haber comido, puede ser una señal de que tu cuerpo no convierte los alimentos en azúcar en la sangre de forma correcta. Las enfermedades o ciertos medicamentos también pueden provocarla. Si tienes diabetes, tu médico podría ajustar tu medicación, que suele ser el origen del problema.
Bajo: Náuseas
En realidad, no se trata de una bajada de azúcar por sí misma. Cuando tus niveles son muy altos o muy bajos, puede producirse un efecto rebote. Tu nivel de azúcar en sangre rebota de un extremo a otro, confunde el sistema digestivo de tu cuerpo y hace que te sientas mal del estómago.
Bajo: mareos
Tus células cerebrales necesitan glucosa para funcionar correctamente. Cuando no tienen suficiente, puedes empezar a sentirte cansado, débil y mareado. También puedes tener dolor de cabeza.
Bajo: Confusión
Cuando tu nivel de azúcar en sangre es muy bajo (hipoglucemia), empiezas a perder la orientación. Puedes arrastrar las palabras u olvidar dónde estás. A veces ocurre de forma tan repentina que ni siquiera te das cuenta de que estás actuando de forma extraña. En los casos más graves, puedes sufrir una convulsión o entrar en coma.