El consumo de bebidas azucaradas
El consumo de demasiadas bebidas azucaradas en la adolescencia y la juventud podría explicar en parte el reciente y rápido aumento del cáncer colorrectal de aparición temprana, al menos en las mujeres, según un nuevo estudio.
El estudio descubrió que las mujeres que recordaban haber tomado dos o más de estas bebidas cada día en la adolescencia duplicaban el riesgo de padecer cáncer colorrectal antes de los 50 años, en comparación con las que sólo tomaban una de estas bebidas a la semana o menos.
Sin embargo, los expertos advierten que los resultados se basan en números pequeños y no prueban una conexión directa.
“A pesar de estas limitaciones, esta señal sigue apareciendo una y otra vez“, afirma el doctor Marcus DaSilva Goncalves, del Centro Oncológico Meyer de Weill Cornell Medicine de Nueva York, que no participó en el estudio.
“Hay pruebas sólidas en ratones y estudios epidemiológicos de apoyo que respaldan la relación entre los azúcares que contienen fructosa y la obesidad, la diabetes y ciertos cánceres como el cáncer de colon“, dijo.
El tema es ciertamente de gran interés. El cáncer colorrectal se ha considerado una enfermedad de las personas mayores, pero en los últimos años se ha producido un aumento espectacular de los casos en adultos jóvenes tanto en Estados Unidos como en otros países de renta alta.
Detalles de los hallazgos
El estudio, publicado en Gut, analizó los datos de un estudio en curso sobre la salud de las enfermeras.
Este análisis examinó la asociación del consumo de bebidas azucaradas entre 95.464 enfermeras registradas que tenían entre 25 y 42 años cuando se inscribieron en el estudio y se las siguió para el desarrollo de cáncer colorrectal de inicio temprano, que se definió como el que comienza antes de los 50 años.
De ellas, a 41.272 enfermeras también se les preguntó sobre cuántas bebidas azucaradas tomaban normalmente cuando tenían entre 13 y 15 años.
Las enfermeras rellenaron cuestionarios sobre alimentos cada 4 años, en los que se preguntaba por los refrescos, las bebidas de frutas, las bebidas deportivas y las bebidas azucaradas de té.
También se recopiló información sobre posibles factores de riesgo, como los antecedentes familiares de cáncer de intestino, el estilo de vida, el uso habitual de aspirinas o antiinflamatorios no esteroideos y los suplementos vitamínicos.
También se preguntó a los participantes sobre su salud en la adolescencia, incluido el peso y el estilo de vida.
Durante un periodo de hasta 24 años, los investigadores descubrieron 109 casos de cáncer colorrectal, y un riesgo 2,2 veces mayor entre las mujeres que declararon beber dos o más bebidas azucaradas al día, en comparación con las que declararon beber menos de una a la semana.
Los resultados “refuerzan la importancia para la salud pública de limitar [las bebidas azucaradas] para obtener mejores resultados de salud“, dijo el autor principal, el doctor Yin Cao, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis.
“Aunque el tamaño de nuestra muestra era limitado y este hallazgo requiere una mayor validación, es importante tener en cuenta que el 30% de los niños y adolescentes de EE.UU. consumen más de 1,5 bebidas azucaradas al día“, dijo en un comunicado.
Sin embargo, los expertos que reaccionaron a este estudio en el Science Media Centre del Reino Unido se mostraron menos convencidos por la investigación. “En general, estos resultados deben considerarse preliminares y exploratorios hasta que se realicen estudios más amplios en otras poblaciones“, afirmó la doctora Carmen Piernas, científica especializada en nutrición de la Universidad de Oxford (Inglaterra).
Piernas dijo que una limitación importante del análisis es la falta de datos. “El riesgo absoluto es muy bajo. Un análisis relacionado que informa del aumento del riesgo con cada porción adicional de bebida azucarada al día es sólo marginalmente significativo“, dijo.
No obstante, también señaló que “ya hay pruebas sólidas de que el consumo de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de aumento de peso y diabetes. Todo el mundo debería intentar minimizar su consumo; este análisis no cambia este consejo“.
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