1. Avena
Los alimentos con mucha fibra son alimentos buenos para el hígado y pueden ayudar a tu hígado a trabajar de forma óptima. ¿Quieres uno que sea una buena forma de empezar el día? Prueba los copos de avena. Las investigaciones demuestran que puede ayudarte a eliminar algunos kilos de más y la grasa del vientre, lo que es una buena manera de mantener alejadas las enfermedades del hígado.
2. Aléjate de los alimentos grasos
Las patatas fritas y las hamburguesas son una mala elección para mantener el hígado sano. Comer demasiados alimentos con alto contenido en grasas saturadas puede dificultar el trabajo del hígado.
Con el tiempo, puede provocar una inflamación que, a su vez, podría causar la cicatrización del hígado conocida como cirrosis. Así que la próxima vez que estés en la cola del autoservicio, piensa en pedir una opción más saludable.
3. Brócoli
Añade muchas verduras a tu dieta si quieres mantener tu hígado sano. El brócoli puede formar parte de esta estrategia.
Algunos estudios sugieren que este crujiente alimento puede ayudar a protegerte de la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Si el brócoli al vapor te parece demasiado soso, haz una ensalada y mézclalo con almendras fileteadas, arándanos secos y una vinagreta ácida. También está delicioso asado con ajo y un chorrito de vinagre balsámico.
4. Café
Si no puedes pasar el día sin él, te alegrará saber que puede tener algunos beneficios para tu hígado. Los estudios demuestran que beber de dos a tres tazas al día puede proteger el hígado de los daños causados por el exceso de alcohol o una dieta poco saludable. Algunas investigaciones sugieren que puede reducir el riesgo de cáncer de hígado.
5. Reduce el consumo de azúcar
Un exceso de azúcar puede afectar al hígado. Esto se debe a que parte de su trabajo consiste en convertir el azúcar en grasa. Si te excedes, el hígado produce demasiada grasa, que acaba por quedarse donde no debe. A la larga, podrías padecer una enfermedad como el hígado graso. Así que hazle un favor a tu hígado y haz que los dulces sean un capricho ocasional.
6. Té verde
Está repleto de un tipo de antioxidante llamado catequinas. Las investigaciones sugieren que puede proteger contra algunas formas de cáncer, incluido el de hígado. Obtendrás más catequinas si preparas el té tú mismo y lo bebes caliente. El té helado y los tés verdes listos para beber tienen niveles mucho más bajos.
7. Agua
Una de las mejores cosas que puedes hacer por tu hígado es mantener un peso saludable. Acostúmbrate a beber agua en lugar de bebidas azucaradas como los refrescos o las bebidas deportivas. Te sorprenderá la cantidad de calorías que te ahorrará cada día.
8. Almendras
Los frutos secos -especialmente éstos- son una buena fuente de vitamina E, un nutriente que las investigaciones sugieren que puede ayudar a proteger contra la enfermedad del hígado graso. Las almendras también son buenas para el corazón, así que coge un puñado la próxima vez que te apetezca picar algo. O pruébalas en las ensaladas, donde añaden un agradable crujido.
9. Espinacas
Las verduras de hoja verde tienen un potente antioxidante llamado glutatión, que puede ayudar a que tu hígado funcione bien. Y las espinacas no pueden ser más fáciles de preparar. Son una gran base para una ensalada, y también están deliciosas salteadas con ajo y aceite de oliva. Cuando estén blandas, cúbrelas con una pizca de parmesano fresco.
10. Arándanos
Tienen unos nutrientes llamados polifenoles que pueden ayudar a protegerte contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que suele ir de la mano de la obesidad y el colesterol alto. Si los arándanos no son lo tuyo, otros alimentos ricos en polifenoles son el chocolate negro, las aceitunas y las ciruelas.
11. Sé moderado con el alcohol
Beber demasiado puede causar estragos en el hígado. Con el tiempo puede provocar cirrosis. Incluso las borracheras ocasionales -cuatro copas de una vez para las mujeres y cinco para los hombres- también pueden ser perjudiciales. Intenta limitarte a una bebida al día si eres mujer o a dos si eres hombre.
12. Hierbas y especias
¿Quieres proteger tu hígado y tu corazón al mismo tiempo? Espolvorea un poco de orégano, salvia o romero. Son una buena fuente de polifenoles saludables. Una ventaja adicional: ayudan a reducir la sal en muchas recetas. La canela, el curry en polvo y el comino también son buenos ingredientes.
13. Limita los tentempiés envasados
La próxima vez que sientas la llamada de la máquina expendedora, opta por un tentempié saludable. El problema con las patatas fritas y los productos horneados es que suelen estar cargados de azúcar, sal y grasa.
Reducirlos es un ajuste de la dieta relativamente fácil con un poco de planificación. Una buena estrategia: Lleva al trabajo una reserva de tentempiés saludables. Prueba una manzana con un paquete de mantequilla de frutos secos, o guisantes con una mini taza de humus.