Sobre la vejiga
La vejiga urinaria es un saco muscular situado en la pelvis, justo encima y detrás del hueso púbico. Cuando está vacía, la vejiga tiene el tamaño y la forma de una pera.
Vamos a conocerla más a través de mitos y realidades.
Mito: Vejiga pequeña, grandes problemas
Algunas personas culpan a una vejiga pequeña de sus frecuentes pérdidas, pero la «capacidad» normal no suele ser la verdadera causa de ese problema.
En las personas sanas, esa capacidad oscila entre 1 y 2 vasos. Es más probable que el verdadero culpable sea la debilidad de los músculos, los efectos secundarios de una medicación, una infección o una lesión nerviosa. Hay tratamientos disponibles.
Hecho: Dos veces por noche no está bien
Una ida al baño durante la noche puede ser aceptable, pero si se producen dos o más, lo que se denomina nicturia, es hora de hacerse un chequeo. Para determinar si está causada por una enfermedad tratable, el médico querrá más información: un diario de las idas al baño, un registro de los líquidos que has bebido y una lista de medicamentos y enfermedades conocidas. Algunas de las posibles causas son beber mucho justo antes de acostarse, un agrandamiento de la próstata, enfermedades subyacentes (como hipertensión, artritis, depresión/ansiedad, diabetes mellitus), ciertos medicamentos y una vejiga hiperactiva.
Mito: Se necesitan 8 vasos al día
Las necesidades de líquidos varían en función de su tamaño y actividad. Es posible que no necesite ocho vasos de agua al día. El mejor consejo para las personas sanas es beber cuando se tiene sed y mantenerse hidratado. Esto evita que la orina se concentre demasiado y reduce el riesgo de padecer cálculos renales.
Hecho: Cualquiera puede tener problemas de vejiga
Los problemas de vejiga pueden afectar tanto a hombres como a mujeres en diferentes etapas de la vida. Son más frecuentes en determinados grupos, como las mujeres sexualmente activas, que han tenido hijos o están en la menopausia; los adultos mayores; los hombres con antecedentes de problemas de próstata; y las personas con lesiones medulares. Si tienes problemas, debes acudir a un médico.
Mito: Beber menos es lo mejor
Los médicos dicen que una vejiga sana debería ser capaz de soportar una cantidad normal de líquido. Es posible que quieras pensar más en lo que bebes. La cafeína es un estimulante de la vejiga. Considera la posibilidad de reducir esa taza de café matutina o de prescindir de los refrescos de cola.
Hecho: No siempre es un problema de próstata
La necesidad frecuente de ir al baño puede deberse a un agrandamiento de la próstata, pero también a una vejiga hiperactiva. Los síntomas son similares, pero las causas y los tratamientos son diferentes. La próstata agrandada ejerce presión sobre la uretra, mientras que la vejiga hiperactiva es un problema de control muscular. Habla con tu médico sobre tus síntomas y averigua las pruebas que puedes necesitar.
Hecho: los kegels también son para los hombres
Puede que hayas oído hablar de las mujeres que realizan estos movimientos para controlar la vejiga, pero los médicos los recomiendan también para los hombres.
Los músculos del suelo pélvico controlan la forma en que se detiene y se inicia el chorro de orina. Con la vejiga vacía, intenta contraer estos músculos durante 3-5 segundos y luego suéltalos. Mantén el estómago, los glúteos y las piernas relajados. Trabaja hasta tres series de 10 repeticiones cada día. Puede realizar los ejercicios de Kegel en cualquier momento y lugar, sin que nadie lo note. Practícalos tumbada, de pie y sentada.
Hecho: Un sistema y un horario pueden ayudar
El entrenamiento de la vejiga es un primer paso que ayuda a algunas personas con vejigas hiperactivas. Establece un horario para las pausas para ir al baño e intenta resistir las primeras ganas de ir entre ellas. Poco a poco, puedes intentar aguantar más tiempo. Junto con los Kegel, estos dos métodos pueden reducir a la mitad los episodios de vejiga hiperactiva.
Hecho: Ponerse en forma para controlar la vejiga
Un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir y reducir algunos problemas de vejiga. Los médicos afirman que hacer ejercicio con regularidad y practicar Kegels puede frenar la incontinencia de esfuerzo, es decir, las pérdidas causadas por la tos, la risa o los estornudos. Y como el exceso de peso provoca problemas de vejiga, adelgazar también puede ayudar.
Mito: Los problemas de vejiga son una realidad
Si los problemas de vejiga te molestan, habla con tu médico. La incontinencia es un problema médico, no una parte inevitable del envejecimiento. El tratamiento puede ayudarte con los síntomas y con tu vida diaria. Tu plan de tratamiento dependerá de tu problema específico y de tu estado de salud general.