Cómo controlar la ira
Cuando tu sangre empieza a hervir de ira por algún suceso angustioso o por algo que alguien ha dicho, ¿cómo sueles reaccionar? ¿Gritas a quien te ha hecho enfadar? ¿Tiras cosas contra la pared? ¿Te subes al coche y te alejas a toda velocidad para evitar la situación?
«Por cada minuto que estás enfadado pierdes sesenta segundos de felicidad«. – Ralph Waldo Emerson
Si crees que tu ira se apodera de ti con demasiada frecuencia, consulta estas técnicas pacíficas que te ayudarán a mantener el control cada vez que sientas que se te acaba la mecha.
AQUÍ TIENES 5 FORMAS PACÍFICAS DE CONTROLAR LA IRA.
1. PRACTICA LA RESPIRACIÓN ABDOMINAL
Según la Escuela de Medicina de Harvard, la respiración superficial desde el pecho hace que se sienta falta de aire, lo que puede dificultar el control de la ira, ya que aumenta la tensión y la ansiedad. Si respiramos profundamente desde el diafragma, el cuerpo y la mente comienzan a relajarse.
Es probable que tengas los puños apretados, respiraciones rápidas y superficiales, un nudo en el estómago, tensión en los músculos y un ritmo cardíaco acelerado.
La mayoría de la gente estará de acuerdo en que esto no le sienta bien a su cuerpo, y querrá aliviar el estrés que siente de alguna manera. Una forma fácil de hacerlo sin dañarse a sí mismo ni a los demás es simplemente respirar. Esto difuminará rápidamente la tensión y hará que te sientas centrado y tranquilo de nuevo.
Cada vez que sientas que se avecina un ataque de ira, respira profundamente hasta el vientre, mantén la respiración durante uno o dos segundos cada vez y luego suéltala lentamente por la nariz. Para que consigas controlar tus emociones, tienes que estar en sintonía con tu cuerpo y notar cómo te sientes por dentro cada vez que te enfadas.
2. RECUPERA LA COMPOSTURA Y HABLA DE TUS SENTIMIENTOS
No te castigues por sentirte enfadado; nos pasa a todos y no hay que verlo de forma negativa. Sin embargo, dejar que el enfado nuble tu mejor juicio y reaccionar de forma que te perjudique a ti o a los demás siempre tendrá un resultado desfavorable.
Si alguien dice o hace algo que desencadena tu ira, aléjate de la situación si es necesario para evitar arremeter innecesariamente contra esa persona. No dejes nunca que los demás controlen tus emociones; recuerda que sólo tú puedes gobernar tus sentimientos y que puedes hacerte cargo de tus reacciones.
Una vez que te sientas lo suficientemente calmado, acércate a la persona que te ha hecho enfadar y pregúntale si puedes discutir pacíficamente tus sentimientos con ella. Si te acercas a la gente de forma accesible en lugar de enfrentarte a ella con hostilidad, será mucho más probable que escuchen tu versión de los hechos.
Piensa también en cómo te gustaría que alguien te hablara: probablemente no responderías muy bien a que alguien te insultara o te reprendiera por tus palabras o acciones. Tenlo en cuenta a la hora de discutir con alguien. Las cosas irán mucho más fluidas de esta manera.
3. VISUALIZA ALGO QUE TE HAGA FELIZ
Una forma segura de contrarrestar el enfado es poner en tu mente una imagen de algo que te alegre al instante. Cada vez que sientas una emoción negativa, imagina a tu familia o amigos allí contigo, o rememora un recuerdo feliz, como ver a tu grupo favorito en concierto o hacer un viaje por carretera a través del país.
Lleva tu mente a un viaje lejos del incidente que evocó la ira en tu interior, y sustitúyelo temporalmente por pensamientos y recuerdos más alegres. Entonces, cuando vuelvas a la situación desconcertante, tendrás una mentalidad mucho más clara y estable para manejar tus emociones y pensar en soluciones al problema en cuestión.
4. EVITA CRITICAR O CULPAR A LOS DEMÁS
Cuando llames a otras personas por lo que han hecho mal, se cerrarán inmediatamente y se pondrán a la defensiva. En su lugar, utiliza afirmaciones del tipo «yo», como «me molesta que hayas hecho planes sin incluirme», en lugar de «nunca me invitas a ningún sitio contigo».
Al acusar directamente a las personas, descubrirás que la conversación se convierte rápidamente en una batalla de egos en lugar de una discusión racional y madura sobre los sentimientos.
Habla de cómo te sientes sin responsabilizar a los demás de tus emociones. De hecho, serán más comprensivos y probablemente admitirán sus errores si no te muestras demasiado agresivo.
5. ENCUENTRA EL HUMOR EN LA SITUACIÓN
Aléjate por un segundo y recuerda lo corta que es la vida: ¿quieres pasarla tomándote las cosas demasiado en serio y reaccionando de forma exagerada cuando las cosas no salen como quieres?
Relájate un poco y recuerda que la gente comete errores; todo el mundo intenta hacerlo lo mejor que puede. Al fin y al cabo, tener la capacidad de reírse del universo cuando te envía una jugada inesperada puede ahorrarte mucho estrés innecesario y emociones desperdiciadas.
Puede que tu marido trabaje en la construcción y deje constantemente restos de suciedad por toda la casa. En lugar de gritarle y enfadarse, ponle sentido del humor a la situación diciéndole que tiene que ganarse la cena esta noche limpiando la casa a fondo.
De este modo, es de esperar que ambos puedan reírse de la situación y encontrar una solución en lugar de perder una valiosa energía discutiendo.
¿De cuál de estos consejos para controlar la ira te podrías beneficiar más? ¿Cuáles podrías añadir a la lista? Compártelos en el debate de abajo.