¿Qué son las aftas bucales?
Las aftas bucales (es posible que tu médico las llame úlceras aftosas) son pequeñas llagas que aparecen en los tejidos blandos del interior de la boca o en las encías.
Pueden doler, lo que puede hacer que hablar o comer sea más difícil de lo habitual. Al cabo de una o dos semanas, la mayoría de las aftas bucales desaparecen por sí solas. Son bastante frecuentes. Aproximadamente 1 de cada 5 personas las padecen con regularidad.
Síntomas de las aftas
Las aftas bucales suelen ser ovaladas o circulares. Suelen ser amarillas o blancas con un borde rojo. Las encontrarás en alguna parte de la boca, como en el interior de las mejillas o alrededor de las encías y la lengua.
Incluso pueden aparecer en el paladar. Unos días antes de que aparezca un afta, es posible que tengas una sensación de ardor u hormigueo.
Durante un ataque de aftas más grave, es posible que te sientas aletargado y tengas fiebre o los ganglios linfáticos inflamados.
¿Son las aftas lo mismo que el herpes labial?
No lo son. Las aftas bucales son ampollas que tienen líquido en su interior. Aunque ambas pueden doler, las aftas no aparecen en los labios, la barbilla o las fosas nasales como el herpes labial. Las aftas no están causadas por virus como el herpes labial. Por tanto, no puedes contagiar las aftas como el herpes labial. Además, no puedes contraer aftas por besar o compartir alimentos.
Aftas menores
Existen varios tipos de aftas. Las aftas menores son las más comunes. Si tienes una, probablemente será pequeña y tendrá forma de óvalo con un borde rojo. Además, se curan en una o dos semanas.
Aftas mayores
No son tan comunes. Suelen ser más grandes, más profundas y circulares con un borde claro. Si son muy grandes, también pueden tener bordes irregulares. Las aftas mayores son muy dolorosas. También tardan más en curar -hasta 6 semanas- y pueden dejar una cicatriz.
Aftas herpetiformes
Suelen aparecer más tarde en la vida. Si tienes aftas herpetiformes, no significa que tengas herpes. El virus del herpes no las causa. Suelen tener el tamaño de una punta de alfiler con bordes irregulares. Además, se forman en grupos de 10 a 100 aftas (pero pueden formar una sola afta muy grande), y suelen curarse en una o dos semanas.
Causas de las aftas
Los médicos no saben realmente qué causa las aftas bucales. Creen que una combinación de cosas puede provocar brotes.
Algunas de esas cosas son:
- Ciertos enjuagues bucales o pastas de dientes
- Trabajos dentales o cepillarse los dientes demasiado o con demasiada fuerza
- Sensibilidad a los alimentos
- Cambios hormonales durante la menstruación
- No consumir suficiente folato (también llamado ácido fólico), hierro, vitamina B12 o zinc
- Estrés
- Medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno
Afecciones que causan aftas bucales
Si tiened aftas bucales, también puede deberse a una enfermedad o afección, como:
- La enfermedad de Behcet, una afección poco frecuente que favorece la inflamación del cuerpo, especialmente de los vasos sanguíneos.
- La enfermedad celíaca, una afección grave que se produce porque tu cuerpo es sensible al gluten (una proteína que tienen muchos cereales).
- Enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
- Lupus, una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca los tejidos del cuerpo.
- El VIH o el sida, que pueden sobrecargar el sistema inmunitario.
¿Quiénes padecen aftas?
Cualquiera puede tener aftas. Suelen ser más comunes en adultos jóvenes o adolescentes, y las mujeres las padecen más a menudo que los hombres. Si te salen mucho, es posible que tengas antecedentes familiares de ellas. Esto puede ocurrir debido a tus genes o a algo en tu entorno (como los alimentos que comes o los alérgenos que te rodean).
Remedios caseros para las aftas
Algunas cosas que puedes hacer en casa pueden acelerar la curación y aliviar el dolor. Puedes:
- Evitar los alimentos ácidos o picantes.
- Cepillarse los dientes con suavidad.
- Poner hielo en el afta.
- Poner un poco de hidróxido de magnesio en la llaga un par de veces al día.
- Enjuagarse la boca con agua salada o una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. (Mezcla 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en media taza de agua tibia).
Tratamientos para las aftas
Si tienes un afta menor, probablemente no necesitarás tratamiento, ya que las llagas desaparecen por sí solas en una semana aproximadamente. Pero si tienes llagas grandes y dolorosas que no desaparecen, hay muchas cosas que tu médico te puede recetar para ayudarte.
Entre ellas se encuentran los medicamentos tópicos, los enjuagues bucales, los suplementos nutricionales o el cauterio, un producto químico para quemar la zona donde tienes la llaga. También hay cremas, geles, líquidos y pastas que se adquieren con receta o sin ella.
¿Se pueden prevenir las aftas bucales?
Si tienes aftas, existe la posibilidad de que vuelvas a tenerlas. Pero puedes reducir las probabilidades siguiendo una dieta saludable, vigilando el estrés y practicando buenos hábitos de salud bucal. Si tienes aparatos dentales, habla con tu dentista sobre la cera dental especial para cubrir los bordes afilados.
Cuándo acudir al médico
Consulta al tuyo si tienes:
- Aftas muy grandes.
- Llagas que vuelven a aparecer o nuevas llagas que surgen antes de que se curen las anteriores.
- Dolor que no desaparece.
- Dificultad para beber o comer.
- Llagas que duran 2 semanas o más.
- Fiebre alta con las aftas.