Los peligros de no lavar las sábanas
Pasas un tercio de tu vida en la cama. Así que la limpieza de la ropa de cama debería ser una de tus tareas imprescindibles. Piensa en las babas, el sudor, la caspa y otras «cosas» que dejas entre las sábanas.
Lo ideal sería lavarlas semanalmente, o al menos cada dos semanas. Pero una encuesta reciente reveló que, por ejemplo los estadounidenses tienden a ser holgazanes de las sábanas, pasando 25 días entre lavados.
1. Ácaros del polvo
Cada día se desprenden 500 millones de células de la piel. Muchas se desprenden mientras te revuelcas en la cama. Todas esas células muertas se acumulan en las sábanas entre lavados.
A los diminutos ácaros del polvo les encanta alimentarse de las células desprendidas. Estos bichos y sus excrementos pueden provocar alergias y asma, y hacer que el eczema con picor se dispare. Si eres alérgico a los ácaros del polvo, no lavar las sábanas puede suponer un problema. Lava la ropa de cama cada semana con agua caliente.
2. Molestias de las mascotas
¿Duermes con tu mascota? El pelo y la caspa de tu mascota en la ropa de cama se convierten en un alimento extra para los ácaros del polvo. Los perros con una enfermedad cutánea llamada sarna pueden propagar ácaros que se introducen en tu piel.
No te contagiarás la sarna humana, pero tu piel puede volverse irritada y con picores. Tus mascotas también pueden transmitir una infección fúngica llamada tiña del cuero cabelludo. Procura cambiar las sábanas una vez a la semana.
3. Compañeros de cama bacterianos
Las células muertas de la piel, el sudor, la saliva y otros elementos pueden convertir tu cómoda cama en una zona ideal para que crezcan los gérmenes. Por ejemplo, las pruebas de laboratorio descubrieron que los hisopos de las fundas de almohada sin lavar durante una semana albergaban 17.000 veces más colonias de bacterias que las muestras tomadas del asiento del inodoro.
4. Brotes en el dormitorio
¿Tu acné ha empeorado y no sabes por qué? La culpa podría ser de tu funda de almohada sucia. La suciedad incrustada, la piel muerta y las bacterias pueden obstruir tus poros. Si tienes malos brotes, cambia las fundas de tus almohadas cada 2-3 días y el resto de tu ropa de cama una vez a la semana.
5. Sábanas enfermizas
Si tú o tu pareja habéis estado enfermos, mete las sábanas en la lavadora inmediatamente para eliminar los gérmenes persistentes. La mayoría de las bacterias o virus pueden sobrevivir en superficies blandas durante minutos u horas.
La duración varía en función del microbio específico. Por ejemplo, los virus de la gripe viven en los tejidos durante sólo 15 minutos, pero algunos bichos estomacales pueden sobrevivir en las telas durante 4 horas.
6. Tirar la almohada
El lugar donde descansa su cabeza por la noche puede estar lleno de hongos, algunos de los cuales pueden ser peligrosos para los asmáticos. Si tu almohada -la cosa mullida en sí- puede lavarse, hazlo al menos dos veces al año.
Sigue la etiqueta de cuidados para saber cómo hacerlo. Asegúrate de enjuagarla y secarla bien para evitar el moho. Si utilizas un protector de almohada, mételo en la lavadora junto con la funda.
7. Intercambio de sábanas
Hay otras cosas que pueden aumentar el factor repugnante entre tus sábanas. Desnuda la cama semanalmente (o incluso más a menudo) si:
- Duermes desnudo/a
- Comes en la cama
- Duermes con tus hijos
- Transpiras mucho por la noche
8. Deja que tus sábanas respiren
Puede que hayas oído que la mejor manera de empezar el día es hacer la cama. Pero no conviene precipitarse. Esto se debe a que la humedad se acumula en las sábanas después de cada noche de sueño. Cuando te levantes, retira las sábanas y deja que la cama se seque. Así será un lugar menos atractivo para las bacterias y los ácaros.
9. Chinches
Estos bichos no se sienten atraídos por las sábanas sucias o limpias. Les atraes tú. Viven en lugares cálidos cerca de las personas, así que tu cama es perfecta.
Las chinches se arrastran por la noche y se alimentan de tu sangre. Es posible que te despiertes con marcas de picaduras que pican. Las chinches viajan a tu casa desde lugares infestados, como un hotel o un dormitorio. Seca tu ropa de cama a temperatura alta durante 30 minutos para matar a los chinches y sus huevos.
10. Consejos para el día del lavado
Lava tu ropa de cama con el agua más caliente sugerida en la etiqueta de cuidado. Después, métela en la secadora. Los estudios demuestran que el calor de la secadora puede matar algunos gérmenes que sobreviven al lavado.
Si es seguro para el color, utiliza un producto antigérmenes como la lejía en tus sábanas, especialmente si estás limpiando después de una persona enferma.
11. Edredones sucios y más
Algunos edredones o fundas nórdicas no se pueden lavar a máquina. Así que comprueba las etiquetas antes de lavarlos. Sigue este programa de limpieza para tener un dormitorio fresco:
- Edredones, mantas y fundas nórdicas: Una vez cada 1-2 meses. (Si usas sábanas superiores, lávalas cuando laves las sábanas).
- Colchón: Lávalo cuatro veces al año
- Faldón de la cama: Cada 3-6 meses.
- Aspira tu colchón cuando laves el faldón para aspirar el polvo y la suciedad.