Sobre la pulsioximetría
La pulsioximetría es una prueba rápida, barata y sin agujas que mide la cantidad de oxígeno en la sangre. Muestra si el corazón y los pulmones suministran suficiente oxígeno para satisfacer las necesidades del organismo.
Los glóbulos rojos transportan el oxígeno de los pulmones a los órganos. Pero las enfermedades pulmonares o cardíacas pueden reducir la cantidad de oxígeno en estas células. Cuando baja demasiado, su cuerpo no funciona tan bien como debería. El corazón, el cerebro y otros órganos necesitan oxígeno para hacer su trabajo.
Su médico puede utilizar esta prueba para averiguar si necesita respirar oxígeno adicional a través de un tubo (su médico puede llamarlo oxígeno suplementario) o para recibir tratamiento para un problema cardíaco o pulmonar.
¿Por qué necesitaría esta prueba?
Su médico utilizará la pulsioximetría siempre que crea que sus niveles de oxígeno en sangre podrían ser demasiado bajos. La prueba puede ayudar a:
- Diagnosticar síntomas como dificultad para respirar
- Hacer un seguimiento de su nivel de oxígeno en sangre durante una intervención quirúrgica
- Comprobar los niveles de oxígeno cuando se utiliza oxígeno suplementario
- Mostrar si necesita oxígeno adicional cuando hace ejercicio
Puede necesitar una pulsioximetría si tiene:
- Un ataque al corazón
- Insuficiencia cardíaca
- EPOC
- Cáncer de pulmón
- COVID-19
- Asma
- Neumonía
- Apnea del sueño
¿Qué ocurre durante la prueba?
Es posible que le hagan esta prueba durante una visita al médico o una estancia en el hospital.
La enfermera le colocará un pequeño dispositivo en forma de pinza llamado pulsioxímetro en el dedo de la mano, del pie o de la oreja. O le pondrán una sonda adhesiva desechable en el dedo de la mano, la nariz, el dedo del pie o la frente.
El pulsioxímetro utiliza un tipo de luz especial para ver cuánto oxígeno hay en los glóbulos rojos que viajan por los vasos sanguíneos bajo la piel.
La prueba es indolora y rápida. En sólo unos segundos, el dispositivo mostrará su frecuencia cardíaca y su nivel de saturación de oxígeno, es decir, el porcentaje de glóbulos rojos que transportan oxígeno. También mide su ritmo cardíaco.
Su enfermera le quitará el clip si se trata de un control puntual. Durante una intervención quirúrgica o un estudio del sueño, puede permanecer en su lugar para controlar el oxígeno en la sangre.
Después de la pulsioximetría debería poder irse a casa, a menos que tenga que quedarse en el hospital para un procedimiento o para más controles. Su médico le informará de lo que ocurre a continuación y de lo que debe hacer después de la prueba.
Uso en casa
Algunas personas utilizan oxímetros de pulso en casa, especialmente desde la pandemia de COVID-19. (El COVID-19 puede debilitar los pulmones y reducir los niveles de oxígeno en sangre).
Hay dos tipos principales de pulsioxímetros caseros:
Oxímetros de venta libre. Este es el tipo más común para uso doméstico. Se pueden comprar por Internet o en tiendas. Algunos también se conectan a aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Oxímetros de prescripción. Son los mismos que utilizan los hospitales y los consultorios médicos. Puede obtener uno con una receta de su médico. Los sistemas de salud revisan estos dispositivos para asegurarse de que están dentro de los rangos de precisión aceptables.
Puede comprar oxímetros de pulso de venta libre. Los oxímetros de prescripción son más caros. Algunas compañías de seguros pagan un oxímetro de pulso. Consulte a su proveedor.
Siga las indicaciones de su médico y del fabricante del aparato sobre cómo y cuándo tomar una lectura. Puede ayudar a mejorar las posibilidades de obtener lecturas precisas y útiles si:
- Se asegura de que su mano está relajada, caliente y por debajo del nivel del corazón.
- Quite el esmalte de uñas del dedo en el que va a realizar la lectura.
- Coloca el dispositivo exactamente como sugieren las instrucciones del fabricante.
- Busque un número fijo. (Los números pueden dar saltos durante unos segundos).
- Lleva un registro de tus niveles, junto con la fecha y la hora, para que tu médico sepa cómo cambian tus cifras con el tiempo. (Los niveles que bajan con el tiempo podrían sugerir un problema de salud grave).
¿Qué significan los resultados?
Un nivel de oxígeno en sangre inferior al 89% significa que puede no tener suficiente oxígeno en la sangre para satisfacer las necesidades de su cuerpo. Esto podría deberse a que hay un problema en su corazón o en sus pulmones. Si sus niveles son bajos, es posible que necesite respirar oxígeno adicional a través de un tubo.
Pero la lectura del pulsioxímetro es simplemente una estimación. Por ejemplo, una lectura del 90% de saturación de oxígeno en una máquina de prescripción aprobada podría significar cualquier cosa entre el 86% y el 94%. Además, hay otras cosas que pueden afectar a la precisión de la lectura, como por ejemplo
- Mala circulación
- Esmalte de uñas
- Uñas largas o sucias
- Consumo de tabaco
- Diferentes sensores de pulsioximetría (pinza de dedo frente a adhesivo)
- Grosor de la piel
- Temperatura de la piel
- Color de la piel: un estudio muestra que la piel oscura (en personas afroamericanas, por ejemplo) puede obtener una medición menos precisa en los dispositivos actuales
Otros síntomas de falta de oxígeno son:
- Dificultad para recuperar la respiración
- Color azulado en las uñas, la cara o los labios
- Pulso acelerado
- Opresión o dolor en el pecho
- Tos que empeora con el tiempo
- Sensación general de malestar e inquietud
Llame a su médico de inmediato si nota alguno de estos síntomas, independientemente de las lecturas que obtenga en su dispositivo doméstico.
La lectura del pulsioxímetro es sólo uno de los muchos signos de su salud. Preste atención a todos sus síntomas y comunique a su médico cualquier cosa que le preocupe, especialmente si tiene una enfermedad subyacente, como una enfermedad pulmonar.
También es importante saber que algunas personas con bajo nivel de oxígeno pueden no mostrar ningún síntoma. Sólo su médico puede determinar si usted tiene niveles bajos de oxígeno (lo que podrían llamar hipoxia).
¿Cuáles son los riesgos?
La pulsioximetría es una prueba segura. No existen riesgos reales. Pero:
- A veces el material pegajoso de la sonda puede irritar su piel.
- Si usted o su enfermera no colocan el sensor de la manera correcta, es posible que no obtenga un resultado preciso.
Hable con su médico si tiene alguna duda o preocupación.