Por qué fortalecer el sistema inmunológico
¿No sería bueno que comer un alimento en particular pudiera protegerle mágicamente contra todos los bichos desagradables que flotan alrededor? (Mejor aún, si esta comida mágica fuera, digamos, chocolate?)
No es tan simple, por supuesto. Lavarse las manos sigue siendo su mejor defensa contra los virus, y el sueño es un componente crucial de una defensa fuerte también.
Pero lo que come juega un papel importante en su capacidad de prevenir los resfriados y la gripe. Aunque no se reduce a sólo uno o dos alimentos, los nutrientes y otros compuestos que se encuentran en su dieta diaria tienen un impacto en cuán débil o fuerte es su inmunidad. A continuación se presentan algunos hábitos alimenticios que pueden ayudarle a mantenerse saludable y fortalecer el sistema inmunológico:
1. Coma frutas y verduras todos los días
Los productos contienen vitaminas claves involucradas en el sistema inmunológico. La vitamina C en alimentos como las fresas, los pimientos, el brócoli y los cítricos, ayuda al funcionamiento de las células del sistema inmunológico, incluidos los fagocitos (el tipo que engulle las partículas potencialmente dañinas). La vitamina A ayuda a mantener sanos los tejidos de la boca, los intestinos y las vías respiratorias y se encuentra en las batatas, las espinacas, las zanahorias y el melón.
Recuerda que es mejor comer la fruta o verdura en sí que tomar suplementos de una sola vitamina, ya que es probable que todos los componentes del alimento interactúen para ofrecer protección.
2. Consiga muchas proteínas
Consumir muy pocas proteínas puede debilitar el sistema inmunológico. Los alimentos ricos en proteínas suministran los aminoácidos que necesita para construir proteínas esenciales en el cuerpo, incluyendo anticuerpos. Los alimentos de origen animal, como la carne de vaca y de cerdo, también contienen zinc, un mineral que el cuerpo utiliza para fabricar células T (también se puede encontrar zinc en los anacardos y los garbanzos).
3. Incluya alimentos fermentados
Son alimentos que se conservan naturalmente por medio de bacterias, y son buenos para el «microbioma». Ese es el nombre de los billones de bacterias que viven en su intestino, donde residen muchas de las células involucradas en la inmunidad. Los alimentos fermentados como el yogur (busque el término «cultivos vivos y activos» en la etiqueta), el kéfir, el chucrut, el miso y el kimchi ayudan a que las bacterias beneficiosas florezcan en el intestino, dejando menos espacio para los bichos dañinos.
4. Sazone sus comidas
Cada alimento vegetal tiene sus propios compuestos únicos que ofrecen beneficios potenciales para la salud. Las especias y condimentos como el ajo, el jengibre, el orégano y la canela han sido investigados por sus capacidades como antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes protectores de las células. No son curas mágicas, y tomarlas en forma de píldoras no es lo mismo que comerlas de verdad. Pero añadir sabor a los alimentos con estos ingredientes significa que se obtienen compuestos aún más beneficiosos en las comidas que se consumen todos los días.