¿Qué son los cálculos renales?
Cuando los riñones filtran los residuos de la sangre, generan orina. A veces, las sales y otros minerales de la orina se adhieren para formar pequeños cálculos renales.
Estos pueden tener desde el tamaño de un cristal de azúcar hasta el de una pelota de ping pong, pero rara vez se notan a menos que causen una obstrucción. Pueden causar un dolor intenso si se desprenden y empujan hacia los uréteres, los estrechos conductos que llevan a la vejiga.
Síntomas de los cálculos renales
Cuando los cálculos renales se desplazan por las vías urinarias, pueden causar:
- Dolor intenso en la espalda, el vientre o la ingle
- Micción frecuente o dolorosa
- Sangre en la orina
- Náuseas y vómitos
Los cálculos pequeños pueden pasar sin causar síntomas.
¿Cálculos renales o algo más?
Si tienes un dolor repentino e intenso en la espalda o el vientre, lo mejor es que busques atención médica de inmediato. El dolor abdominal se asocia a muchas otras afecciones, incluidas urgencias como la apendicitis y el embarazo ectópico. El dolor al orinar también es un síntoma común de una infección del tracto urinario o una ETS.
Diagnóstico de los cálculos renales
Los cálculos renales rara vez se diagnostican antes de que empiecen a causar dolor. Este dolor suele ser lo suficientemente intenso como para enviar a los pacientes a urgencias, donde se pueden realizar diversas pruebas para descubrir los cálculos.
Éstas pueden incluir una tomografía computarizada, radiografías, ecografías y análisis de orina. Los análisis de sangre pueden ayudar a buscar niveles elevados de minerales implicados en la formación de cálculos renales.
La tomografía computarizada muestra un cálculo que bloquea el uréter, el conducto que desemboca en la vejiga.
Cuidados caseros para los cálculos renales
Si un cálculo renal parece lo suficientemente pequeño, el médico puede recomendarle que tome analgésicos y que espere a que el cálculo salga del cuerpo por sí solo. Durante este tiempo, el médico puede recomendarte que bebas suficiente agua y líquidos para mantener la orina limpia, entre ocho y diez vasos al día.
¿Qué tamaño es lo suficientemente pequeño?
Cuanto más pequeño sea el cálculo renal, más probable será que se elimine por sí solo. Si es menor de 5 mm, hay un 90% de posibilidades de que se elimine sin más intervención. Si el cálculo está entre 5 mm y 10 mm, las probabilidades son del 50%. Si un cálculo es demasiado grande para eliminarlo por sí solo, existen varias opciones de tratamiento.
Tratamiento: Medicación
Existen medicamentos de venta con receta que pueden ayudar al organismo a expulsar un cálculo renal. Los fármacos conocidos como alfabloqueantes relajan las paredes del uréter.
Esto ensancha los conductos para que el cálculo pueda pasar más fácilmente. Los efectos secundarios suelen ser leves y pueden incluir dolor de cabeza o mareos. Otros tipos de medicamentos pueden ayudar a prevenir la formación de nuevos cálculos.
Tratamiento: Terapia de ondas de choque
El procedimiento médico más habitual para tratar los cálculos renales se conoce como litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC). Esta terapia utiliza ondas de choque de alta energía para romper un cálculo renal en pequeños trozos. De este modo, los trozos pequeños pueden desplazarse más fácilmente por el tracto urinario. Los efectos secundarios pueden ser hemorragias, hematomas o dolor después del procedimiento.
Tratamiento: Ureteroscopia
Cuando un cálculo ha salido del riñón y está cerca de la vejiga, el procedimiento más habitual es la ureteroscopia. Se pasa un tubo delgado a través del tracto urinario hasta la ubicación del cálculo. Un cirujano rompe el cálculo y extrae los fragmentos a través del tubo. No se realizan incisiones en el cuerpo. En el caso de cálculos muy grandes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Análisis de los cálculos renales
Una vez que el cálculo renal ha sido eliminado o pasado, el médico puede querer saber de qué está hecho. Casi el 80% de los cálculos renales son de calcio. El resto están formados principalmente por ácido úrico, estruvita o cistina. Un análisis químico puede determinar qué tipo de cálculo tiene. Una vez que se sepa, se podrán tomar medidas para evitar que se formen nuevos en el futuro.
¿Qué causa los cálculos renales?
Los cálculos renales pueden formarse cuando se produce un cambio en el equilibrio normal del agua, las sales y los minerales que se encuentran en la orina. Diferentes tipos de cambios dan lugar a diferentes tipos de cálculos renales. Hay muchos factores que pueden desencadenar cambios en la orina, desde las enfermedades crónicas hasta lo que se come y bebe.
Factores de riesgo que puedes controlar
Beber poca agua es la causa más común de los cálculos renales. La dieta también desempeña un papel importante. Consumir muchas proteínas animales, sodio y alimentos con alto contenido en oxalato, como el chocolate o las verduras de color verde oscuro, puede aumentar el riesgo de padecer cálculos renales en algunas personas.
Otros factores de riesgo son el consumo de bebidas azucaradas, el aumento de peso y la toma de determinados medicamentos.
Factores de riesgo que no puedes controlar
Los hombres blancos tienen un mayor riesgo de padecer cálculos renales que otros grupos, a partir de los 40 años. El riesgo de las mujeres aumenta a partir de los 50 años. Y las probabilidades también aumentan si se tienen antecedentes familiares de cálculos renales.
Ciertas afecciones médicas pueden aumentar el riesgo: hipertensión arterial, gota, infecciones del tracto urinario, ciertas afecciones renales como la poliquistosis renal, pero el tratamiento o el control de estas afecciones suele ayudar a prevenir la formación de cálculos.
Soldados en riesgo
Los cálculos renales se han convertido en un problema para los soldados desplegados en entornos desérticos, como Irak. Los médicos dicen que la deshidratación es la culpable. Entre el clima caluroso, la ropa protectora y la tendencia a beber poca agua, los soldados son propensos a la deshidratación. Esto da lugar a una orina con altos niveles de depósitos minerales, que pueden agruparse para formar cálculos.
Cómo prevenir futuros cálculos renales
Si has tenido un cálculo de calcio, tu médico puede sugerirte que reduzcas el consumo de sal, que hace que el cuerpo dispense más calcio en la orina, así como de proteínas animales. También puede aconsejarte que evites los alimentos con alto contenido en oxalato, como el chocolate, el café instantáneo, el té, las judías, las bayas, las verduras de hoja oscura, las naranjas, el tofu y los boniatos. La mejor manera de evitar nuevos cálculos renales es beber suficiente agua para mantener la orina limpia.
El debate sobre el calcio
Aunque la mayoría de los cálculos renales contienen calcio, no es necesario evitar los alimentos ricos en calcio. De hecho, el consumo de cantidades moderadas de productos lácteos y otros alimentos ricos en calcio puede reducir el riesgo de formación de nuevos cálculos. Esto no se aplica a los suplementos de calcio, que se han relacionado con cálculos renales en algunas personas.
Pregunta a tu médico o dietista qué papel debe desempeñar el calcio en tu dieta.