Arruinar tu sueño
El descanso es muy necesario, incluso más que comer o beber. Arruinar nuestro descanso a veces puede ser tan fácil como hacer algunas de estas cosas. Veamos cuáles son y así poder evitarlas.
1. Tomar café después de cenar
Es la cafeína. Era perfecto con esa tarta de manzana. ¿Pero a las 3 de la mañana cuando aún estás despierto? No tanto. La cafeína se esconde en muchos lugares como el té, el chocolate, los refrescos y las bebidas energéticas.
2. Beber alcohol
Una «copa» es la forma perfecta de terminar la noche, ¿verdad? No es así. El alcohol perturba el sueño profundo, que es importante para el descanso, la memoria y otras cosas que hace el cerebro. Puede adormecerte lo suficiente como para quedarte dormido, pero a menudo te despierta unas horas más tarde.
3. Navegar por Internet y Redes Sociales
La luz artificial por la noche puede ser perjudicial para el sueño. Pero la «luz azul» de los teléfonos inteligentes y los ordenadores es especialmente perjudicial, y también la de los televisores. Apaga las pantallas brillantes de 2 a 3 horas antes de acostarte para que tu cuerpo esté preparado para dormir.
4. Dormir la siesta
Es una buena manera de recuperar el sueño. Pero si te echas una después de las 3 de la tarde, podría afectarte más tarde. Así que nada de siestas ni de café. Un chorro de agua fría en la cara o un paseo a paso ligero pueden hacer que te muevas de nuevo.
5. Subir la temperatura
Seguro que te has dado cuenta de que es más difícil conciliar el sueño cuando hace calor. Pero, ¿sabías que también puede perjudicar la calidad de tu sueño? La alta humedad puede empeorarla aún más. Como muchas otras cosas buenas de la vida, si quieres descansar bien, tienes que mantenerte fresco.
6. Comer cerca de la hora de acostarte
Un poco está bien. Pero una comida o merienda copiosa puede sobrecargar tu metabolismo y acelerar tu cerebro, lo que podría provocar indigestión e incluso pesadillas. Pero no afecta a todo el mundo de la misma manera. Si eres de los que te levantas a comer a medianoche, lleva un diario de lo que ocurre cuando comes tarde para ver si te molesta.
7. Tomar ciertos medicamentos
Si tienes que tomar medicamentos antes de acostarte, debes hacerlo. Pero algunos medicamentos recetados pueden impedir que tengas un sueño de calidad, y algunos medicamentos de venta libre están cargados de estimulantes. Consulta con tu médico qué estás tomando y cuándo lo haces antes de cambiar o dejar de tomar cualquier medicamento.
8. No hacer ejercicio
El ejercicio suele ser bueno para el sueño. Puede mejorar tu estado de ánimo, reducir la ansiedad y relajarte a la hora de dormir. También ayuda a establecer un patrón regular de acostarse y despertarse a la misma hora cada día (ritmo circadiano).
9. Hacer ejercicio a la hora de acostarte
Aunque el ejercicio es bueno para el sueño, hacerlo demasiado cerca de la hora de acostarse puede arruinarlo. No le ocurre a todo el mundo, pero si eso te pasa a ti, intenta terminar tu entrenamiento al menos 3 horas antes de irte a la cama.
10. Ignorar los problemas de salud mental
Es más probable que tengas problemas de sueño si tienes problemas de salud mental sin tratar. Puede tratarse de una enfermedad como la ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar. O puede tratarse de un periodo difícil de tu vida, como la pérdida del trabajo o de la pareja. Cualquiera que sea la causa, la terapia conversacional, la medicación o ambas pueden ayudar. Pregunta a tu médico qué es lo mejor para ti.
11. Preocupación
¿He sacado la basura? ¿He dado de comer al perro? ¿Me toca compartir el coche mañana? Pensar en estas cosas puede mantenerte despierto por la noche. Escribir una lista de tareas antes de acostarte puede ayudarte. Puede aliviar tu mente y hacer que sea más fácil conciliar el sueño. Tener un bolígrafo y una libreta junto a la cama puede ser útil si se te ocurre algo en mitad de la noche.
12. Discutir después de cenar
Las discusiones difíciles o de enfado a altas horas de la noche pueden disparar las hormonas que te mantienen despierto. Deja las discusiones difíciles para las horas de luz y prueba una rutina nocturna relajante. Lee un libro o escucha música relajante. Un baño o una ducha caliente, o unos ligeros ejercicios de estiramiento, también pueden ayudarte a relajarte.
13. Beber demasiada agua
Debes beber lo suficiente para mantenerte hidratado, pero no tanto como para interrumpir tu sueño con repetidas visitas al baño. Por eso es mejor repartir la cantidad de agua que bebes a lo largo del día. No intentes engullirla toda antes de acostarte.
14. Dormir con tranquilidad
Puede parecer una buena forma de recuperar el descanso, pero no sirve de mucho para recuperar el sueño perdido. Puede alterar tu ciclo normal de acostarte y despertarte. Si mantienes un horario regular, probablemente dormirás mejor y durante más tiempo.