¿Qué es el agotamiento mental?
Es como el cansancio físico, excepto que se trata de tu mente en lugar de tus músculos. Suele aparecer cuando te concentras en una tarea mentalmente difícil durante un tiempo.
También puedes sentir este tipo de agotamiento mental o cerebral si estás siempre en alerta o estresado. Tu trabajo, el cuidado de los hijos o de los padres mayores, y otras cosas pueden conducir al agotamiento mental. Veamos otras señales.
1. Estás enfadado o impaciente
La fatiga mental puede ponerte de mal humor. Es posible que estés de mal humor o irritado, y que te pongas a hablar con la gente más a menudo. Es más difícil controlar tus emociones cuando estás mentalmente agotado.
2. No puedes hacer el trabajo
La productividad de todo el mundo sube y baja. Pero el agotamiento mental puede dificultar mucho la concentración. Además, te quita la motivación. Es posible que te distraigas con facilidad o que empieces a incumplir los plazos. Incluso las pequeñas tareas pueden parecer abrumadoras.
3. Te desconcentras
Esto puede parecerse a la divagación mental o a la somnolencia. Hace que sea difícil prestar atención a lo que estás haciendo, y puede que no reacciones a las cosas muy rápido. Esto puede ser peligroso en determinadas situaciones, como la conducción. La fatiga mental está relacionada con los accidentes de tráfico.
4. No duermes bien
Podrías pensar que es más fácil echar una cabezada cuando tu cerebro está cansado. Pero no siempre es así. Las investigaciones demuestran que las personas que tienen trabajos con una gran «carga cognitiva» presentan más síntomas de insomnio que las que no tienen un trabajo mentalmente agotador. La falta de sueño puede empeorar la fatiga mental. Díselo a tu médico si no puedes dormir o te sientes muy cansado durante el día. El tratamiento puede ayudar.
5. Haces cosas poco saludables
Es posible que empieces a beber o a consumir otras sustancias más de lo normal. El cansancio mental puede afectar aún más a quienes ya padecen un trastorno por consumo de sustancias. Los expertos creen que esto se debe a que la adicción a las drogas cambia partes del cerebro que te ayudan a manejar el estrés y a controlar el comportamiento impulsivo.
6. Estás deprimido
Puede que no tengas energía o que sientas que te mueves a cámara lenta. Algunas personas dicen que se sienten entumecidas. Eso puede hacer que sea difícil terminar las cosas en el trabajo o hacer las actividades diarias.
Informa a tu médico si tienes sentimientos muy bajos o una sensación de desesperanza durante más de dos semanas. Eso puede ser una señal de que tu depresión es más grave.
7. Te preocupas mucho
El agotamiento mental activa tu sistema nervioso simpático. Es tu modo de «lucha o huida». La ansiedad es una alarma que te indica que algo va mal. Si siempre estás agotado mentalmente, puedes empezar a sentir pánico o preocupación todo el tiempo. Eso suele ocurrir junto con los síntomas de la depresión.
8. El ejercicio se vuelve más duro
Los expertos no están seguros de por qué la fatiga mental afecta a la actividad física. Algunos creen que la tolerancia al ejercicio puede disminuir. Así que puede parecer que te esfuerzas más de lo que realmente lo haces.
9. Tus hábitos alimenticios cambian
El agotamiento mental puede afectar a tu apetito de diferentes maneras. Puedes picar más de lo normal y no prestar atención a lo que comes. El estrés también puede hacer que te apetezcan alimentos azucarados, salados o grasos. O puede que no tengas nada de hambre.
10. Cometes más errores
Es imposible que tu trabajo sea perfecto todo el tiempo. Pero la fatiga mental disminuye tu capacidad para detectar y corregir tus errores rápidamente o en absoluto. Esto puede causar serios problemas en ciertos trabajos, como aquellos en los que utilizas máquinas, conduces un vehículo o pilotas un avión.
11. Sientes más dolor
Cada persona es diferente, por lo que es difícil decir cómo afectará la fatiga mental a tu cuerpo. Pero es posible que tengas dolores de cabeza, de músculos, de espalda o de estómago. Si tienes una enfermedad en curso, como la fibromialgia, puede que te duela un poco más de lo habitual.
Tómate descansos
Puede que te sientas menos agotado si te tomas pequeños descansos durante los largos tramos de trabajo mental. No hay una cantidad exacta de tiempo de descanso que funcione mejor para todos. Pero es posible que quieras recargarte durante unos minutos cada 1 ó 2 horas.
A algunas personas les gusta utilizar la técnica Pomodoro. Así es como funciona:
- Pon un temporizador para 25 minutos.
- Concéntrate en una tarea durante todo ese tiempo.
- Tómate un descanso de 5 minutos cuando suene el temporizador.
- Después del cuarto bloque de 25 minutos, tómate un descanso de 15 a 30 minutos.
Repite la operación hasta que termines la tarea (o la jornada laboral).
Actívate
Está demostrado que puedes sentirte con más energía si haces ejercicio durante tus descansos. Prueba a dar saltos y hacer estiramientos durante unos minutos. O da un paseo rápido de 10-15 minutos.
Encuentra formas de relajarte
Es difícil evitar por completo el agotamiento mental. Pero puedes aprender a activar la respuesta natural de relajación de tu cuerpo. Puedes darte un masaje. O puedes intentar meditar, hacer yoga o algo tan sencillo como ver una película divertida.
Acude a tus amigos, a tu familia o a un profesional de la salud mental si necesitas más apoyo.