5 formas de evitar los pesticidas en los alimentos

Pesticidas en los alimentos

Si está considerando comprar productos orgánicos o quizás ya lo hace, entonces probablemente ha oído hablar de los efectos negativos de los insecticidas y pesticidas. Cuando las empresas agrícolas o los agricultores familiares utilizan estos productos cargados de productos químicos para mantener a raya a los insectos, crean un problema totalmente nuevo. Algunas investigaciones sugieren que la ingestión excesiva de plaguicidas podría causar importantes problemas de salud. Puede contribuir a aumentar las tasas de depresión, los problemas de fertilidad e incluso el cáncer.

Pero con los artículos no orgánicos que llenan los estantes de todas las tiendas de comestibles y mercados de agricultores, puede ser difícil evitar los plaguicidas por completo. Sin embargo, es posible disminuir su efecto hasta el punto de que prácticamente no es un problema. Aquí hay algunas maneras de reducir en gran medida la cantidad de pesticidas que se ingieren diariamente.

1. Comprar productos orgánicos certificados

Si tiene el presupuesto para comprar frutas y verduras orgánicas un poco más caras, es prudente optar por éstas en lugar de los productos tradicionales. Cuando un artículo lleva el sello de «Orgánico», significa que está al menos 95 por ciento libre de pesticidas y otros aditivos dañinos.

Tenga en cuenta que «orgánico» y «orgánico certificado» tienen diferentes umbrales, por lo que sólo cuando vea el sello o una etiqueta de «orgánico certificado» podrá confiar en que el producto está prácticamente libre de pesticidas.

2. Cuidado con la «Dirty dozen»

Como no todos pueden derrochar en la comida orgánica, hay un punto intermedio más asequible para los que tienen un presupuesto más reducido. La lista conocida como «Dirty Dozen» (la docena sucia) muestra las frutas y verduras que suelen ser tratadas con una tonelada de productos químicos.

Si no puedes comprar todos los alimentos orgánicos, entonces sólo compra los artículos de Dirty Dozen. Artículos como las bayas y las manzanas son los protagonistas de la Docena Sucia.

3. Lave sus productos

Ya sea que compre productos orgánicos o tradicionales, hay un truco probado y comprobado que siempre ayudará a deshacer algunos de los daños potenciales de los pesticidas: lavar esas frutas y verduras.

No necesitas un lavado especial, y definitivamente no use jabón para platos – el residuo puede ser más dañino que el insecticida que intenta eliminar. En su lugar, lávelas con agua fría, preferiblemente con un poco de sal añadida. Lavar las verduras con agua fría elimina hasta el 80 por ciento de los contaminantes, así que no hay necesidad de ponerse elegante.

4. Pelar cuando sea posible

Algunos productos tienen defensas incorporadas tanto contra los pesticidas como contra las propias plagas en forma de una cáscara gruesa y casi impenetrable. Tomemos, por ejemplo, los plátanos y las naranjas. Se puede pelar y desechar fácilmente la capa exterior de estas frutas, eliminando eficazmente cualquier insecticida que pueda permanecer después de la cosecha. Pero también ayuda a pelar la piel de las frutas y verduras que normalmente se dejan como están, como las zanahorias y las manzanas.

5. Cultive su propio huerto

Se preguntarán si hay una forma más fácil de evitar estos pesticidas. ¡La buena noticia es que la hay! Cultivar sus propios alimentos le ayudará a reducir en gran medida las sustancias químicas nocivas que suelen estar presentes en los cultivos.

Haciendo esto, puede evitar los contaminantes atmosféricos que a menudo se presentan en los envases de los alimentos o en el corte de frutas y verduras. Incluso puede hacer su propio fertilizante usando abono, cáscaras de huevo, recortes de pasto y muchos otros desechos de comida natural que serán mejores tanto para usted como para el medio ambiente.

Con esta nueva información sobre el impacto potencialmente dañino de los plaguicidas, debería estar listo para llegar al supermercado con confianza. Ya sea que decida comprar todo orgánico o no, preste atención a la advertencia de la «Dirty dozen» o simplemente de a sus productos un buen enjuague cuando llegue a casa, y no debería tener problemas para comer más sano.