Todo el mundo tiene a veces pensamientos negativos. No hay nada inherentemente malo en ello. Pero los problemas empiezan a surgir cuando esos pensamientos te abruman, tiñendo todo tu mundo de un tono más oscuro y pesimista.
La buena noticia es que puedes convertir la negatividad en positividad con un poco de trabajo y práctica.
Aquí tienes cuatro formas prácticas de cambiar pensamientos negativos en positivos.
1. BUSCAR ACTIVAMENTE COSAS POSITIVAS
Si no estás acostumbrado a buscar cosas buenas en el mundo, es natural que sólo veas lo malo. Desgraciadamente, las cosas malas naturalmente destacan más para la gente que las buenas, por lo que buscar activamente las cosas positivas en tu entorno es esencial. Lleva tiempo, pero pronto verás de forma natural lo bueno antes que lo malo con perspectivas estables como ésta.
Aquí tienes algunos consejos y formas de empezar este nuevo ciclo de búsqueda de pensamientos positivos:
– HAZTE PREGUNTAS
Cuando te encuentres en una espiral de pensamientos negativos, haz una pausa y pregúntate algunas cosas. Por ejemplo: «¿Qué es lo bueno que puedo ver en esta situación?» «¿Cómo me ayudaría un ser querido en esta circunstancia?» o «¿Qué puedo sacar de esta ocasión?«. Este cambio distrae la negatividad y la rompe con el pensamiento positivo que es mucho más productivo.
– CENTRARSE EN LAS COSAS BUENAS MÁS PEQUEÑAS
A veces, las cosas positivas son más pequeñas que las negativas en un entorno, evento o situación. Pero eso no significa que no merezca la pena preocuparse por esa pequeña cosa buena. Fíjate en ese bocado de positividad y utilízalo como recordatorio de que incluso las nubes más oscuras tienen su lado bueno si te concentras en ellas y las valoras lo suficiente.
– HACER LECCIONES EN LA NEGATIVIDAD
Las lecciones y el aprendizaje forman parte del crecimiento. Aprender es algo intrínsecamente bueno, incluso si la lección es dolorosa, compleja o no es la que esperabas. Por desgracia, cuando estás atrapado en pensamientos negativos, no consigues ver las lecciones en absoluto.
En lugar de ello, te quedas atrapado en patrones improductivos de auto-odio o auto-culpabilidad. Pregúntate, ¿qué lección puedes sacar de este momento? ¿Cómo podrías y puedes evitar una situación similar en el futuro? ¿Qué puedes hacer de forma diferente que te ayude? Te darás cuenta de que el poder de cambiar y evitar que se repita este suceso está en ti.
– UTILIZA EL HUMOR
El humor es un mecanismo habitual para afrontar el estrés y, según los estudios, funciona. Ser capaz de hacer bromas ayuda a tu cerebro a procesar la información difícil al mismo tiempo que quita lo peor del aguijón emocional inicial. Claro, el problema sigue ahí, pero lo estás afrontando positivamente y enseñando a tu cerebro que la risa es la mejor medicina.
2. APRENDE A MANEJAR TUS EMOCIONES NEGATIVAS
Esto parece una obviedad cuando se trata de convertir los pensamientos negativos en positivos. Tienes que aprender a gestionar las malas emociones que surgen en tu interior si quieres dirigir tus energías hacia mejores esfuerzos. Pero no es tan fácil como parece hacerlo. Los sentimientos son poderosos, y está dentro de la naturaleza humana responder y prestarles atención porque son la forma en que nuestro cerebro nos dice que algo va mal.
Entonces, ¿cómo puedes manejar estas emociones negativas para poder centrarte en convertirlas en cosas mejores? Aquí tienes algunos puntos para empezar:
– INTERROGA A TUS PENSAMIENTOS
De acuerdo, los pensamientos y las emociones negativas están apareciendo en tu cerebro. Descartarlos o reprimirlos no te ayudará a largo plazo, así que ve por el camino contrario: ¡mira fijamente a la cara y exige sus explicaciones! Esto significa que tienes que cuestionar tus sentimientos y pensamientos como si los estuvieras interrogando. Pregúntales si están basados en la realidad. ¿Te están sirviendo de forma positiva y productiva? ¿De dónde vienen? Este método de abordar la negatividad es una forma saludable de aprender a comprender tus sentimientos y demostrar que hay mejores formas de gestionar las situaciones difíciles que las espirales de pensamientos negativos.
– APRENDE A GESTIONAR LAS CRÍTICAS
Si te tomas las críticas como un campeón, ¡no hace falta que sigas leyendo este punto! La realidad es que muchas personas tienen dificultades para aceptar las críticas, especialmente cuando son negativas e incluso si son constructivas. Puedes arremeter contra las críticas útiles, pero también es común dejar que se pudran internamente.
Esto significa que puedes motivarte para «demostrar que están equivocados» en lugar de escuchar las críticas constructivas, o puedes empezar a reprenderte por no ser «lo suficientemente bueno». Redacta un guión que puedas utilizar cuando respondas a las críticas y que demuestre que las entiendes y que estás pensando en ellas, y luego céntrate en la experiencia de aprendizaje que obtienes de esos comentarios.
– NO TE QUEDES EN LA VAGUEDAD
La vaguedad es un estado común de los pensamientos y las emociones negativas. Pero esa vaguedad es terrible para ti porque deja los pensamientos honestos sin definir, asomando como un Gran Malo al que no puedes enfrentarte.
Pueden ser pensamientos aterradores, pero te pertenecen. Así que defínelos. Nombra exactamente tus problemas, miedos y emociones, incluso cuando suenen o se sientan como una tontería. Las investigaciones han demostrado que definir los sentimientos suele ser la clave para afrontarlos de forma positiva. Cuando haces esto, puedes examinar adecuadamente tus pensamientos y ver que no son tan aterradores como parecían en un principio.
– NO HAGAS LAS COSAS MÁS GRANDES DE LO QUE SON
Sí, es cierto que, a veces, las situaciones son imperfectas. Pero eso no significa que sean el fin absoluto del mundo. Hacer montañas de un grano de arena, o catastrofizar, es un proceso que no te sirve de forma productiva y crea situaciones y pensamientos negativos que ni siquiera se basan en la vida real.
¿Es realmente tan grave lo que te hace sentir mal? ¿Importará dentro de una semana? ¿Y dentro de un mes? ¿Y dentro de un año? La mayoría de las veces, tu cerebro estará creando problemas más grandes de los que existen. Sal de esta mentalidad, y el pensamiento positivo seguirá.
3. EXPRESAR LAS EMOCIONES NEGATIVAS
Para convertir los pensamientos negativos en positivos, primero debes aprender a expresar esa negatividad. «Convertir» los pensamientos no significa transformar las cosas malas en buenas todo el tiempo.
Si bien eso es posible con algunas emociones, otras son más profundas, y esas cuestiones pueden ser más difíciles de «cambiar». Expresar esos sentimientos negativos puede ayudar a crear un espacio para el pensamiento positivo. He aquí algunas formas de expresar tus peores pensamientos:
– ESCRIBIR EN UN DIARIO O AGENDA DE PENSAMIENTOS
Según las investigaciones, escribir un diario es un método probado para gestionar la negatividad. Te permite expresar libremente todos tus peores y más tóxicos pensamientos y emociones en un espacio en el que nadie puede juzgarte por ello. Puedes escribir cualquier cosa y todo, y todo queda fácilmente registrado para que puedas volver a reflexionar más tarde. Expresarás todos tus malos sentimientos y pensamientos, lo que te permitirá procesarlos mientras escribes y reducir su intensidad.
– HABLAR CON ALGUIEN
Contar a otras personas tus emociones negativas puede ayudarte a expresarlas. Puedes hablar con un amigo, un mentor, un familiar, un ser querido, un terapeuta u otra persona en la que confíes. El acto de desahogarse o despotricar de este modo puede ayudarte a resolver las cosas verbalmente y, si lo pides, puede incluso concederte las perspectivas de las personas con las que hablas.
– HAZ EJERCICIO
El ejercicio pone a prueba tu cuerpo, obligándote a gastar energía estresada o negativa mientras lo haces. También libera unas hormonas que te hacen sentir bien, llamadas endorfinas, que te hacen sentir mejor de forma natural.
Además de todo esto, se ha descubierto en estudios que el ejercicio uniforme y repetitivo -como correr- produce un efecto meditativo. Los movimientos repetidos pueden ayudar al cerebro a entrar en un estado de calma, durante el cual la negatividad se aplaca. ¡Tan sólo veinte minutos de actividad física a ritmo de corazón pueden ayudarte!
4. CREA OPORTUNIDADES PARA LA POSITIVIDAD
Las cosas positivas no siempre existen fácilmente. Es posible que no puedas ver las cosas buenas en momentos especialmente bajos. Siguiendo esta lógica, sin la oportunidad de ser positivo, puede que no seas capaz de encontrar ninguna positividad. Por eso debes crear oportunidades para esos buenos pensamientos manifestándolos en tu vida. Aquí tienes cuatro maneras de hacerlo:
– EMPEZAR LOS DÍAS CON AFIRMACIONES POSITIVAS
Las afirmaciones positivas se refieren a cualquier «mantra» o frases positivas que te repitas a ti mismo.
Estas frases son afirmaciones en tiempo presente que te dan poder y están diseñadas para manifestar tus deseos en la realidad. Por ejemplo, puedes decir: «Tengo confianza en mí mismo y soy capaz» o «La felicidad vive dentro de mí«. La idea que subyace es que si te repites las frases lo suficiente las harás realidad, ya que tu cerebro interiorizará el mensaje repetido.
Los estudios han demostrado que las afirmaciones positivas son efectivas, por lo que empezar cada mañana con ellas es una buena manera de establecer un tono positivo para el resto del día.
– RODÉATE DE GENTE POSITIVA
Las personas negativas tienden a hundir a todos los que las rodean. Cuando pasas tiempo con gente así, empezarás a desarrollar sus métodos de pensar y ver el mundo. Por eso es tan importante que llenes tu círculo social de individuos positivos. Estas personas te levantarán, te apoyarán y te harán sentir bien contigo mismo mientras aprendes a ver el mundo como ellos.
– PRACTICA LA GRATITUD
Hay muchas cosas cotidianas que la gente da por sentado. El acceso a las necesidades, los seres queridos, el transporte, el trabajo… son cosas por las que se puede estar agradecido. Dar las gracias regularmente a tu vida y a las personas que te rodean es una forma fantástica de desarrollar una visión más positiva del mundo y de la vida. Intenta nombrar tres cosas por las que estés agradecido cada día, por muy mundanas que parezcan. Pronto te darás cuenta de que siempre hay una pizca de luz, incluso en los momentos oscuros.
– APORTA POSITIVIDAD A LOS DEMÁS
A veces, puede ser difícil encontrar algo de positividad en tu propia vida. Crear positividad para los demás puede recordarte que hay cosas buenas y felices en el mundo. Ofrécete a hacer un favor a alguien, realiza actos de bondad al azar y reparte sonrisas, saludos y cumplidos libremente. Tu pensamiento positivo puede alimentarse aún más por el buen impacto que puedes tener en el mundo que te rodea. Esto te anima a buscar siempre oportunidades positivas, incluso en los malos momentos.
REFLEXIONES FINALES SOBRE CÓMO CONVERTIR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS EN POSITIVOS
Los pensamientos negativos tienen un propósito, pero no hay que permitir que se prolonguen. Una vez que estés informado de sus preocupaciones, puedes empezar poco a poco a centrarte en cosas mejores y positivas. Esos malos pensamientos pronto se transformarán en buenos que te ayudarán a aprender, mejorar y seguir adelante con tu vida.