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Desintoxicación digital: Lo que hay que saber

¿Qué es una desintoxicación digital?

¿Te encuentras a menudo pegado a la pantalla de tu smartphone y desplazándote sin parar mientras se te va el tiempo? No eres el único. Las investigaciones muestran que cerca del 61% de las personas admiten que son adictas a Internet y a sus pantallas digitales.

Y lo que es peor, esa conexión constante también puede hacer mella en tu calidad de vida y sobrecargar tus sentidos. Por eso, tomarse un descanso de las numerosas aplicaciones de las redes sociales y alejarse un poco de las pantallas puede ser bueno para tu salud mental y física.

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Y ahí es donde entra en juego la desintoxicación digital. Se trata de un periodo de tiempo durante el cual reduces intencionadamente la cantidad de tiempo que pasas conectado a tus dispositivos. Incluso puedes optar por desconectarte por completo.

¿Por qué necesitas una desintoxicación digital?

Un estudio reveló que alrededor del 25% de los propietarios de teléfonos inteligentes de entre 18 y 44 años de edad no recuerdan la última vez que su teléfono no estuvo a su lado.

Todo ese tiempo en Internet puede causar:

Los expertos también han descubierto que el uso intensivo de los teléfonos inteligentes puede provocar cambios en el cerebro. Cada desplazamiento o deslizamiento en una app social envía un golpe de dopamina a las mismas áreas del cerebro que responden a drogas adictivas y peligrosas como la cocaína.

Los beneficios de una desintoxicación digital

Desconectarte de tus dispositivos o hacer el esfuerzo de usarlos menos puede contribuir a mejorar tu calidad de vida ayudándote a:

Calmarte y sentirte satisfecho. Varios experimentos sociales descubrieron que tomar un descanso programado lejos de tu smartphone o dispositivo digital puede reducir tus niveles de estrés. También puede ayudarte a centrarte en el presente y a prestar más atención a las cosas que te rodean.

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Ser más productivo. Desplazarse, dar «me gusta», publicar o simplemente navegar por Internet puede consumir mucho tiempo. Puede restarte tiempo a tus responsabilidades. Dejar el teléfono a un lado te ayudará a centrarte en las cosas que tienes que hacer.

Sentirse mejor con uno mismo. Las aplicaciones de las redes sociales te llevan a compararte con los demás constantemente. Eso puede afectar a la forma en que te ves a ti mismo. Reducir el tiempo de uso del teléfono puede mejorar tu autoestima y tu imagen.

Tener una mayor salud. Estar pegado al smartphone durante varias horas puede provocar fatiga visual, sequedad de ojos, visión borrosa, ojos llorosos y dolores de cabeza. También es posible que te encorves al mirar el teléfono o la pantalla. Esto puede provocar problemas en la zona lumbar y el cuello. Desconectarse puede aliviar varias partes del cuerpo.

Dormir mejor. Cuando el cuerpo sabe que es hora de dormir, el cerebro libera una sustancia química llamada melatonina que le ayuda a relajarse y dormirse.

Mirar el teléfono justo antes de acostarse mantiene el cerebro alerta y activo y retrasa la liberación de melatonina. La falta de sueño durante un largo periodo de tiempo puede afectar a tu estado de ánimo y a tu salud. Una desintoxicación digital puede ayudar a tu cuerpo a controlar mejor tus ciclos de sueño.

Cómo empezar

Si crees que el uso de la tecnología está afectando a tu bienestar físico y mental, quitándote tiempo de las cosas que necesitas hacer, o ambas cosas, puede ser el momento de una desintoxicación digital. No tienes que dejar de usar tus dispositivos por completo, simplemente haz lo que mejor se adapte a tu estilo de vida.

Esto podría significar dejar el teléfono a un lado durante unas horas de vez en cuando, explorar cuánto necesitas usarlo realmente o desconectarte completamente de Internet durante un día o más.

Para empezar la desintoxicación digital:

Presta atención a tus emociones cuando uses el teléfono. Sé consciente del uso que haces del teléfono para entender mejor la relación que tienes con tu dispositivo. Pregúntate por qué utilizas el teléfono en diferentes momentos.

¿Es por aburrimiento? ¿Lo necesitas para trabajar? ¿Sientes que te pierdes lo que otros tienen? ¿Consultar tu teléfono te hace sentir mejor o peor? Los expertos dicen que conocer mejor tus emociones puede ayudarte a controlar mejor el uso del teléfono. Si te está pasando factura, intenta reducir la cantidad de tiempo que lo utilizas cada día.

Programa un descanso del teléfono. Si utilizas tu teléfono inteligente de forma obsesiva y sospechas que tienes un comportamiento adictivo, una forma de desintoxicarte sería bloquear intervalos de tiempo para revisar tu teléfono. Por ejemplo, intenta comprobar tu teléfono sólo cada 15 o 30 minutos.

Los expertos dicen que una regla fácil de seguir sería mantener el teléfono alejado durante las comidas. Esto puede ayudarte a concentrarte en el entorno. Si te cuesta resistirte al teléfono, intenta mantenerlo fuera de la vista, en otra habitación o fuera de tu alcance, para poder concentrarte en la comida. También puedes establecer momentos en los que no lo uses, como cuando salgas a pasear, en una reunión social o después de cierta hora de la noche.

Utiliza aplicaciones para controlar tu uso. ¿Quieres saber cuánto usas tu teléfono a diario? Si tu teléfono no puede hacerlo por ti, hay aplicaciones para ello.

Algunas aplicaciones también pueden bloquear tu acceso a las redes sociales durante un periodo de tiempo o darte un informe detallado sobre a qué dedicas demasiado tiempo. Esto puede ayudarte a limitar tu dependencia del teléfono y a recuperar el control.

Desconéctate por la noche antes de acostarte. Dado que el uso del teléfono puede alterar tus patrones de sueño, intenta desconectar o apagar el teléfono antes de irte a la cama o establece una hora como las 21 o 22 horas para desconectarte. Esto te ayudará a entrar en la rutina para ir a la cama y mejorar el sueño.

Apaga las notificaciones. Si te encuentras respondiendo a cada mensaje, correo electrónico o notificaciones de tus aplicaciones de redes sociales, puede ser una buena idea apagar las notificaciones en la configuración de tu teléfono. Esto puede ayudar a frenar el impulso de responder a cada ruido que hace. También puedes probar la función de no molestar.

Si sientes que tu adicción a los teléfonos inteligentes está perturbando tu vida cotidiana y no eres capaz de recuperar el control o no estás seguro de cómo empezar, habla con tu médico o con un terapeuta. Ellos pueden ayudarte a encontrar las soluciones que mejor se adapten a tu estilo de vida.

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