Alimentos para mejorar la salud: introducción
Intenta añadir estos alimentos no tan obvios a tu despensa y a tu plato para obtener una mejor nutrición de las calorías que comes.
1. Salmón salvaje enlatado
Los pescados grasos, como el salmón y las sardinas, tienen proteínas, lo que te da energía y te hace sentirte lleno durante más tiempo. Y están llenos de grasas saludables, especialmente de ácidos grasos omega-3. Los omega-3 ayudan a mantener el corazón sano y a mantener a raya la inflamación en todo el cuerpo. También ayudan a dar a la piel su brillo.
El salmón salvaje, cuando está fresco, puede ser muy caro. A Andrea Moss, entrenadora certificada de nutrición holística en Brooklyn, le gusta el salmón salvaje en lata. Cuesta sólo una fracción de la variedad fresca, y es igual de bueno para ti.
2. Jugo de Aloe para beber
Cuando escuchas «aloe», puedes pensar en el gel que te untas en la piel después de una quemadura de sol. Pero también puedes comprar aloe vera bebible, de calidad alimentaria. La planta se ha utilizado durante siglos por sus beneficios medicinales, de salud y belleza.
Es rica en vitaminas antioxidantes A, C y E, y también tiene vitamina B12, ácido fólico y colina. El aloe es una buena fuente de magnesio, calcio y zinc. Y proporciona 20 de los 22 aminoácidos que tu cuerpo necesita. El ácido salicílico que contiene ayuda con la inflamación.
«Beba 50 ml al día», recomienda Julia Hunter, una dermatóloga de Los Ángeles, para ayudar a sanar el revestimiento de un tracto intestinal dañado y curar o prevenir el síndrome del intestino permeable.
El jugo de aloe puede ser amargo. Si el sabor te molesta, ella sugiere mezclarlo con zumo de frutas o agua de coco.
3. Semillas de calabaza
«La mayoría de nosotros sólo pensamos en las semillas de calabaza en Halloween, pero son una de las semillas más saludables para añadir a tu dieta diaria«, dice Moss. Ella recomienda que se pelen, se coman crudas o se tuesten suavemente.
Son una fuente rica en magnesio y zinc, dos minerales de los que muchas personas no obtiene lo suficiente. El magnesio ayuda a relajar el cuerpo y a aliviar todo, desde los músculos tensos hasta la ansiedad, pasando por los dolores de cabeza y el estreñimiento. El zinc es un elemento clave para el sistema inmunológico, y estimula la testosterona (que puede ayudar a mejorar la libido).
Las investigaciones sugieren que ambos podrían ayudar a las personas que toman medicamentos para la depresión.
4. Nueces de Brasil
A menudo pasados por alto, son ricos en selenio, un mineral que su glándula tiroides necesita. El selenio también ayuda al sistema inmunológico y, como es un antioxidante, ayuda a prevenir el daño a los nervios y las células causado por los radicales libres como resultado del humo del cigarrillo y los rayos UV.
«No te vuelvas loco con estas nueces«, dice Moss. Sólo se necesitan unas dos al día para obtener suficiente selenio, y demasiadas pueden causar serios problemas de salud.
5. Berro
Es más probable que encuentres a este miembro de la familia de las coles como un adorno en lugar de la estrella que es, al menos nutricionalmente hablando. Está lleno de fitonutrientes y antioxidantes, que ayudan a prevenir enfermedades y a retrasar el envejecimiento.
Uno de ellos es el betacaroteno, un tipo de carotenoide. Estos compuestos ayudan a prevenir enfermedades oculares y algunos cánceres. Tu cuerpo convierte el betacaroteno en vitamina A.
El berro también tiene fibra y vitamina K. Con sólo dos tazas se obtiene aproximadamente un tercio de la vitamina C que los adultos necesitan cada día. Y los vegetales crucíferos tienen compuestos a base de azufre conocidos como glucosinolatos que ayudan a tu cuerpo a combatir las infecciones y el cáncer.
Como todas las verduras crucíferas, el berro ayuda a desintoxicarse, dice Moss. Es especialmente bueno para limpiar el hígado.
6. Chucrut
El chucrut fermentado naturalmente y otros alimentos con culturas vivas, como el kimchi, el yogur, el kéfir y la kombucha, pueden ayudar a aliviar el estreñimiento, la hinchazón y los gases. Esto se debe a que las bacterias amigables que causaron la fermentación, llamadas probióticos, aún están vivas. Cuando los comes, ayudan a descomponer ciertas partes de la comida, facilitando la absorción de nutrientes por parte del intestino.
Moss dice que la investigación «muestra que el consumo regular de alimentos fermentados apoya la salud a largo plazo, ayuda a prevenir enfermedades y refuerza nuestro sistema inmunológico«.
Sin embargo, hay que ser quisquilloso con lo que se compra. Si el producto ha sido pasteurizado para preservarlo, la alta temperatura ha matado a los probióticos. Otros frascos y botellas en la estantería pueden haber usado vinagre en lugar de bacterias para encurtir la comida. Los alimentos fermentados también pueden tener mucha sal y azúcar, así que lee las etiquetas.
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